"El bien es lento porque va cuesta arriba. El mal es rápido porque va cuesta abajo. " Alejandro Dumas
La vida
Es percibida por la razón como el primero de los bienes de la persona, pues sin él no sería posible ningún otro. La captación racional del bien de la vida humana da lugar a la necesidad de su defensa, ésta se percibe como una norma que la racionalidad práctica dicta a la voluntad, en definitiva, una norma ética. (p.112).
La belleza
El agrado y deleite que ésta produce, es percibida por la razón como otro de los bienes de la persona. La posibilidad de disfrutar con lo bello y agradable es algo que hace más humana a la persona (p.113).
El bien
Es aquel que se alcanza libremente, cosa que no pueden hacer ni las máquinas ni los animales. El bien en la persona es aquello a lo que libremente tiende la voluntad, guiada por el juicio de la razón. El mal sería pues la ausencia de bien, o, dicho de otro modo, el error en la decisión que lleva a escoger algo que realmente no contribuye a la excelencia humana sino a la deshumanización de la persona. (p.114).
La verdad
Se presenta como el bien propio al que tiende el entendimiento humano. La curiosidad de la persona por conocer la realidad que la rodea (las modas, la historia, el origen del universo, etc.) e incluso por conocerse a sí misma, son evidencias que ponen de manifiesto que el conocimiento racional verdadero constituye un bien al que sólo el ser humano tiene acceso. (p.115).
La sociabilidad
Son las relaciones de respeto con los semejantes, constituye un bien humano en la medida en que se descubre y respeta la singularidad, unidad y, por tanto, la dignidad del resto de seres humanos. (p115).
La religiosidad
Supone una inclinación natural del ser humano y que también la razón descubre como un bien exclusivo de éste. (p.115).
El respeto al medio ambiente
Constituye un bien humano precisamente porque lo contrario supone algo inhumano, que repugna a la razón. (p.115).
Los bienes fundamentales del ser humano se ven reflejados en su vida cotidiana y sus acciones normales, pues forman parte de a naturalidad humana; en muchos de los casos estos bienes fundamentales son tergiversados y mal aplicados.
FUENTE BIBLIOGRÁFICA
Guillen M. (2006). Ética en las organizaciones: construyendo confianza. Pearson Prentice Hall.
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