«Toma 20 años construir una reputación y cinco minutos arruinarla. Si pensaras en eso, harías las cosas de forma distinta»
Winston Churchill
Una organización no es una entidad independiente pues para realizar sus actividades depende de los factores y componentes del entorno, y en acción de reciprocidad la empresa debería siempre procurar cuidar los factores con los que trabaja para poder usarlos por más tiempo con un comportamiento responsable y adecuado.
La legitimidad ética de cualquier organización tiene su referente en los principios que rigen el orden social y, en último término, en aquello que constituye la razón de ser de la sociedad y de todas las instituciones sociales: el bien común. Se pueden destacar tres principios éticos de responsabilidad social:
El respeto a los derechos fundamentales de las personas.
Solidaridad, para contribuir al bien de la sociedad a la que pertenecen aplicando su propia naturaleza y capacidades.
Subsidiariedad, que establece que las estructuras sociales de orden superior han de respetar y promover la iniciativa y la actividad de las organizaciones con miras al bien común, y éstas a su vez han de hacer lo mismo con las personas individuales.
El tratamiento con seres humanos, proveyendo de los insumos farmacéuticos necesarios para su bienestar físico y emocional, sin duda es una tarea sumamente delicada y que conlleva una responsabilidad con terceros muy grande es por ello que la compañía Johnson & Johnson actuando de manera fiel a su declaración de valores retiro del mercado 31 millones de frascos de Tylenol, lo cual represento una pérdida de 100 millones de dólares además se suma varios millones de dólares que la empresa gasto por concepto de indemnización, puesto que este analgésico por un sabotaje externo contenía cianuro y estaba cobrando la vida de algunos de sus consumidores.
Claro, esta que la marca tenía la responsabilidad sobre la integridad del medicamento que ofrecían, pero se resalta la rapidez con la cual trabajo y la manera de afrontar las consecuencias del cianuro en sus medicamentos; en este caso fue en evento muy desafortunado que incluso se cobró la vida de personas inocente, pero que a largo plazo represento una ventaja estratégica y competitiva para la empresa, puesto que por sus acciones para enfrentar el desafortunado hecho se reforzó la lealtad y confianza en la macar como una empresa responsable y confiable por la honestidad y efectividad de sus acciones.
Las organizaciones forman parte del tejido social en el que se desenvuelven, no son grupo de personas aislados del resto de instituciones sociales, en especial si son empresas que tratan directamente con la salud e integridad del ser humano, tienen una responsabilidad aún más grande con sus grupos relacionados, adicionalmente la proveniencia de sus materias primas tiene un impacto directo al medio ambiente, cuestión que también debe ser gestionada adecuadamente para minimizar su impacto.
La organización es responsable con todos los involucrados en su campo de acción, estos involucrados responden al nombre de grupos implicados o stakeholders; takeholders es una palabra inglesa, que, en el ámbito de la empresa, significa parte interesada o interesado. Hace referencia sobre todo a las organizaciones o personas que toman parte en las decisiones de una compañía y que están afectadas por sus actividades. Se podrían considerar por los grupos de interés que rodean a la empresa.
En toda empresa, además de los gestores o dueños, participan distintos grupos sociales y actores importantes, que tienen un claro interés en que el negocio funcione de la mejor manera posible. Pueden estar implicados de forma directa o indirecta. Entre los ejemplos de stakeholders de una empresa, encontramos a los trabajadores por cuenta ajena que tenga en plantilla, proveedores, inversores, accionistas, socios, clientes, entes públicos, sindicatos, organizaciones civiles, entidades no gubernamentales y en definitiva el conjunto de la sociedad.
Hay que diferenciar diferentes tipos de stakeholders, como los stakeholders primarios y secundarios; Stakeholders primarios: son los necesarios para garantizar el funcionamiento de la empresa, por lo que incluye a aquellos que cuenten con una relación económica directa con la organización, como pueden ser los gestores, los socios o los empleados; mientras que los stakeholders secundarios: hace referencia a los que no participan en las actividades de la compañía de forma directa. Sin embargo, sí que pueden verse afectados por ella, como la competencia o los clientes.
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